EL DOCUMENTAL EL ENEMIGO OCULTO
DENUNCIA LA OPERACIÓN ENCUBIERTA
QUE ESTÁ DETRÁS LOS SUICIDIOS EN EL EJÉRCITO

A principios de 2013, la página web oficial del Departamento de Defensa de Estados Unidos anunció la estadística alarmante de que el número de suicidios en el ejército en el 2012 había superado con creces el número total de los que murieron en combate; un promedio de casi uno por día. Un mes más tarde llegó una estadística aún más preocupante del Departamento de Asuntos de los Veteranos de EE.UU.: el suicidio entre veteranos estaba alcanzando la cifra de 22 por día; aproximadamente 8,000 al año.

La situación se volvió tan grave que el Secretario de Defensa de EE.UU. llamó al suicidio en el ejército una “epidemia”.

Algunos han afirmado que esta avalancha de daños autoinfligidos se debe a las tensiones de la guerra. Pero los hechos revelan que el 85% de los militares que se suicidaron no estuvieron en el frente de combate y el 52% ni siquiera fue desplegado.

Por lo tanto, ¿qué factor insospechado está causando que se eleve el índice de suicidios en el ejército?

Según el nuevo documental El Enemigo Oculto: Dentro del Plan Encubierto de la Psiquiatría, toda la evidencia apunta en una dirección: el índice altísimo de prescripción de drogas psiquiátricas a partir de 2003. Los efectos secundarios conocidos de estas drogas, como un aumento de la agresividad y del pensamiento suicida, se ven reflejados en tendencias al alza similares en los índices de violencia doméstica, abuso de menores y crímenes sexuales entre militares, además de lesiones autoinfligidas.

Si se sigue la pista aún más, se encontrará que los psiquiatras, como de costumbre, amplían la definición de “enfermo mental”, especialmente en relación con el trastorno de estrés postraumático en soldados y en veteranos. Y en psiquiatría, el diagnóstico de un trastorno psicológico como el estrés postraumático, el trastorno de la personalidad o el trastorno de ansiedad social, casi inevitablemente va acompañado de una prescripción de por lo menos una droga psiquiátrica.

Los psiquiatras saben que sus drogas en realidad no curan nada, que solo enmascaran los síntomas. Son completamente conscientes de sus cuantiosos y peligrosos efectos secundarios, incluyendo una posible adicción. Sin embargo, aseguran que las ventajas de la medicación exceden los riesgos de sus efectos secundarios. Y mientras el problema real del soldado queda desatendido, su salud se deteriora.

Frente a estas horribles estadísticas de suicidio en el ejército, más y más dinero se está derrochando en la psiquiatría: el Pentágono de los EE.UU. en este momento gasta 2 mil millones de dólares al año sólo en salud mental. Y el presupuesto de salud mental del Departamento de Administración de Veteranos se ha disparado desde menos de 3 mil millones de dólares en el 2007 hasta cerca de 7 mil millones en el 2014; todo mientras las condiciones empeoran.

El Enemigo Oculto revela detalladamente la situación, mientras que insta a que los soldados y veteranos sean educados en el verdadero peligro de la psiquiatría y las drogas psiquiátricas. La respuesta se encuentra en su derecho a un consentimiento informado detallado y honesto, además de ejercer su derecho a rechazar el tratamiento. Nuestros soldados necesitan saber que existen soluciones no psiquiátricas, seguras y efectivas, para los horrores causados por el estrés del combate, y que estas soluciones no les someterán a tratamientos peligrosos y tóxicos que pondrán su salud en una espiral descendente.

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