LOS ANTIDEPRESIVOS Y SUS ADVERSOS “EFECTOS SECUNDARIOS”
En lugar de hacer que estés menos deprimido, los antidepresivos podrían llevarte a acciones homicidas o suicidas. Obtén los hechos.
Existen numerosos antidepresivos. Los más comunes son los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). La serotonina es un químico cerebral que, los psiquiatras y las compañías farmacéuticas han teorizado, regula el estado de ánimo, el comportamiento social, el apetito, la digestión, el sueño, la memoria y el deseo y la función sexual. Los ISRS impiden que el cuerpo reabsorba la serotonina con la idea de que permanece en el cerebro. Estos incluyen a Celexa, Lexapro, Prozac, Paxil, Pexeva, Zoloft, Viibryd y Luvox.
Como dice un artículo de un médico: “Pero ¿sabes realmente cómo ayudan estos medicamentos? Si no lo sabes, no estás solo. La verdad es que incluso los expertos no están completamente seguros de cómo funcionan los antidepresivos. Hay mucho que nosotros no sabemos acerca de cómo funciona el cerebro”. Medical News Today dice: “No está claro con precisión lo que causa la depresión pero una teoría clave en los últimos 50 años es que puede implicar un desequilibrio de neurotransmisores u hormonas en el cuerpo”.
Las compañías farmacéuticas y los psiquiatras le están imponiendo los medicamentos a las personas que buscan ayuda basados en una “teoría”; medicamentos con “efectos secundarios” devastadores y a veces mortales. Efectos secundarios que llevaron a la FDA a poner advertencias de caja negra en todos los antidepresivos. Estos incluyen, entre otros, náusea, diarrea, mareo, insomnio, temblor, nerviosismo, inquietud, agitación y pensamientos suicidas.
¿Podría esa agitación convertirse en violencia total en algunos o esos pensamientos suicidas convertirse en suicido en otros? Hay demasiados ejemplos de que esto sea así para que sea una mera coincidencia.
Está Matti Saari de 22 años en Finlandia que, mientras consumía ISRS, asesinó a 10 personas y luego se suicidó. Kip Kinkel asesinó a 4 y lastimó a 25 en Oregon. Él estaba tomando Prozac. Andrea Yates ahogó a sus 5 hijos en una bañera mientras estaba en el antidepresivo Effexor y se retiraba del antipsicótico Haldol. Eric Harris estaba tomando Luvox cuando él y un amigo asesinaron a 13 personas en Columbine. El actor Robin Williams se suicidó en el 2014. Él estaba en medicamentos psiquiátricos. En una silla cerca de donde se colgó estaba el antidepresivo Mirtazapine y el antipsicótico Seroquel.
Joseph Wesbecker, en 1989, disparó y asesinó a 8 personas (incluyéndose a sí mismo) en Kentucky solo un mes después de comenzar a tomar Prozac. Eli Lilly fue demandada por sobrevivientes con quienes llegaron a un acuerdo para proteger su nueva droga maravilla solo dos años antes.
¿Podría esa agitación convertirse en violencia total en algunos o esos pensamientos suicidas convertirse en suicido en otros? Hay demasiados ejemplos de que esto sea así para que sea una mera coincidencia.
James Holmes estaba tomando Zoloft antes de su masacre en el 2012 de 12 personas, con 70 heridos, en un cine de Colorado. Como la BBC preguntó: “¿Por qué un tipo inteligente y tímido sin historia de violencia de un hogar amoroso, llevaría a cabo un ataque tan atroz? Holmes no tenía enemigos, ni ideología terrorista para impulsarlo”. Un testigo experto en el caso de Holmes, el Profesor David Healy, lo entrevistó en la cárcel. Su conclusión era que “estos asesinatos nunca habrían ocurrido si no hubiera sido por la medicación que se le había recetado a James Holmes”.
La investigación de la BBC también reveló que “los antidepresivos se han relacionado con 28 informes de asesinato y 32 casos de pensamientos asesinos en casos remitidos al regulador de medicamentos del Reino Unido durante los últimos 30 años”.
Michael Moore, el Director de Bowling de Columbine, dijo: “Creo que debería haber una investigación en cuanto a qué fármacos —fármacos prescritos— estaban tomando estos niños.… ¿De qué otra forma explicas a dos niños decentes, muy inteligentes, sin historia de violencia con otros niños en la escuela, por qué ellos? ¿Por qué ocurrió? Es una pregunta extremadamente legítima que plantear y exige una investigación”.