Capítulo 1: Introducción
Los psiquiatras nos dicen que la forma de arreglar el comportamiento indeseado es alterando la química cerebral con una pastilla.
Pero a diferencia de un fármaco de uso general en medicina como la insulina, los medicamentos psicotrópicos no tienen como objetivo ninguna enfermedad medible que corregir y pueden alterar el delicadísimo equilibrio de procesos químicos que el cuerpo necesita para funcionar con fluidez.
No obstante, los psiquiatras y las compañías farmacéuticas han usado estos fármacos para crear un mercado enorme y lucrativo.
Y han hecho esto dando nombres a más y más conductas indeseadas como “trastornos médicos” que requieren medicación psiquiátrica.
¿Pero realmente se les debería llamar enfermedades?
Así que la cuestión es:
¿Cómo es que los fármacos psicotrópicos, sin ninguna enfermedad como objetivo, sin poderes curativos conocidos y una lista interminable de efectos secundarios, se han convertido en el tratamiento a seguir para cada tipo de malestar psicológico?
¿Y cómo los psiquiatras adoptaron estas drogas para llegar a dominar el campo del tratamiento mental?