La ausencia completa de cualquier test científico que confirme un diagnóstico, no impide que los psiquiatras lleven a cabo ensayos clínicos con fármacos peligrosos.

No hay ningún test de laboratorio que verifique o mida ningún trastorno mental. Pero hay muchísimo dinero en juego. La investigación de fármacos psiquiátricos es sumamente subjetiva y está plagada de manipulaciones. Es en base a una investigación tan tendenciosa que las comisiones de la Administración de Alimentos y Drogas (FDA) aprueban rutinariamente fármacos psicotrópicos con efectos secundarios potencialmente fatales, para que los miembros confiados del público las usen durante toda una vida.

Pero la experimentación no termina ahí. Nuevos ensayos con fármacos psicotrópicos aprovechan los trastornos inventados en el DSM (el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales) para llenarse aún más los bolsillos escogiendo a los más inocentes de todos: los niños.

HECHO: Con enormes sumas de dinero en juego, la experimentación psiquiátrica en los niños está proliferando desenfrenadamente, con 323 estudios completados o en camino a completarse.