Comencemos con un efecto que es universal: la pérdida de memoria. Los recuerdos del pasado pueden ser eliminados. Pero la TEC también puede alterar la habilidad para aprender y retener información nueva.

Los psiquiatras del electrochoque no quieren saber la extensión del daño que causan. Han habido muy pocos estudios sobre la amnesia permanente (de una duración de seis meses o más) causada por la TEC. Sin embargo, cuando los investigadores buscan amnesia como resultado de la TEC, la encuentran.

Con el fin de desviar la responsabilidad por el daño que causan, los psiquiatras culpan a la “enfermedad mental subyacente” del paciente. Pero tienen dificultades para explicar el daño colateral en el resto del cuerpo, como el ritmo cardíaco anormal, ataques cardíacos y derrame cerebral. ¿Y qué hay acerca de los estudios publicados que muestran que la TEC no “funciona”?

En una carta a la FDA, los médicos del electrochoque, Richard Abrams y Conrad Swartz, que también son dueños de la compañía fabricante de máquinas de TEC, Somatics, Inc., escribieron que: “No es sorprendente que las evaluaciones realizadas semanas o meses después de la terminación del tratamiento agudo de TEC normalmente no muestran un beneficio significativo debido a la TEC”.

Sin embargo, los electrochoques continúan, bajo el disfraz de TEC de “continuación”, “mantenimiento” o “de refuerzo”. Una estratagema hábilmente camuflada para atacar al cerebro de un paciente una y otra vez.